Temple
El temple es una técnica que normalmente se relaciona con los iconos bizantinos y la pintura románica y gótica, sobre todo con la temática religiosa, pero su uso no se ha quedado en el olvido. No es habitual ver la pintura contemporánea al temple, pero cuando un artista la descubre, le atrae para experimentar y no solo en el campo religioso. La brillantez, untuosidad, facilidad de cubrir y rapidez del secado hacen del temple un medio atractivo y asequible.
A diferencia de otras técnicas, en este caso la pintura no se compra hecha industrialmente, si no que se necesita tener el pigmento en polvo de buena calidad y yema de huevo. Todo lo demás es el conocimiento y agilidad del artista. Habitualmente como aglutinante se usa el huevo, pero pueden servir otras materias de origen animal como es la caseína. La diferencia se nota en la presencia del brillo de origen graso del huevo, o más transparencia en el caso de la caseína.
En el taller de TESELARUM el temple con huevo se usa para copiar arte bizantino, sobre todo iconos y pintura medieval, y para crear obras originales y contemporáneas de temática libre. El temple a la caseína también sirve para crear obra nueva, o para copiar frescos al seco.
Lo que hay que tener en cuenta es que la manipulación del polvo de los pigmentos tiene que ser una labor muy sería, sabiendo que la mayoría de los pigmentos son tóxicos. Lo mismo hay que tener presente al manipular otro tipo de pintura (óleo, acrílico etc.) porque estos mismos pigmentos son parte de su composición.